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Tres claves para la excelencia implantológica

Dr. Ricardo Medina

Clínica: Famed, Centro de Especialidades Médicas

Tres claves para la excelencia implantológica

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo es posible establecer un plan de tratamiento para aquellos casos tan complejos que se nos presentan en la consulta?
¿No os llama la atención la armonía de los resultados que presentan otros compañeros en publicaciones o conferencias?
¿Por qué para el tratamiento de un solo caso es un equipo multidisciplinar el que firma el artículo?
¿Qué es lo que hace que el resultado final de un tratamiento de implantología resulte tan llamativo y resalte en manos de otros doctores?

Para dar respuesta a estas preguntas lo primero que tenemos que hacer es salir de nuestra zona de confort como implantólogos y ver al paciente de un modo integral. Por ello, debemos plantearnos una serie de preguntas, como ¿qué tipo de rehabilitación es la más adecuada?, ¿es favorable el estado de la encía del paciente?, ¿qué oclusión voy a planificar?, ¿estoy ante altos requerimientos estéticos?, ¿cuáles son los hábitos del paciente?, ¿y su higiene?, ¿y el mantenimiento futuro?, etc… y no como es habitual en la práctica diaria, cuando vemos una radiografía, colocamos la regla de implantes y pasamos a operar.

El camino que hay que recorrer para salvar las barreras que nos permitan obtener los mejores resultados posibles, dar opciones de tratamiento adecuadas a nuestros pacientes y establecer un plan de tratamiento completo, consta de tres etapas:

1.- Planificación
2.- Conocimientos de otras especialidades odontológicas
3.- Medios técnicos

Lo primero y más importante es establecer una correcta planificación del caso a tratar. Si no valoramos y estudiamos al paciente, si no sabemos hacia dónde dirigir nuestro trabajo, difícilmente seremos capaces de ejecutar la labor implantológica. La mejor manera de adelantarnos y prever las dificultades que se nos presentarán es hacer el diseño de la futura rehabilitación. Una vez que hemos observado y valorado a conciencia el caso ya tendremos conocimiento del objetivo a conseguir y nos será posible establecer la ruta o, lo que es lo mismo, el plan de tratamiento.

El segundo punto que nos hará crecer en nuestra práctica diaria consiste en poder salvar las dificultades que previamente hemos marcado en el plan de tratamiento. Muchos casos no se circunscriben al ámbito implantológico, sino que debemos aplicar una actuación multidisciplinar basándonos en los conocimientos de otras especialidades odontológicas.

Los implantólogos no somos lobos solitarios, ni nuestra visión debe acotarse tan sólo a la implantología. Estamos en un medio que nos demanda funcionalidad, estética, mantenimiento, etc… y son otras especialidades odontológicas como la periodoncia, prostodoncia, estética, ortodoncia o la cirugía máxilo-facial, las que van a dar respuesta a esos problemas que se nos plantean y que nos ofrecen un plus de calidad en el trabajo.

La odontología moderna está sufriendo una serie de cambios que nos permiten disminuir los tiempos de tratamiento, nos facilitan el trabajo y nos dan mayor precisión y fiabilidad. Es por ello que el tercer punto de apoyo con el que contamos son los medios técnicos.

Avances que vemos día a día en los implantes. Se sigue investigando en nuevos tratamientos de superficie, nuevos diseños micro y macroscópicos, nuevas conexiones, etc. También lo podemos ver en los biomateriales que empleamos: métodos diagnósticos, tomografía, nuevos materiales dentales o el escáner intraoral que nos abre una nueva sistemática de trabajo de precisión, rapidez y confort para el paciente.

Los implantólogos somos como escaladores de escalada libre que se enfrentan a una pared desnuda. Estos deportistas, lo primero que hacen es observar y estudiar el trayecto a seguir, diagnostican. Posteriormente valoran la dificultad y sopesan su capacidad para llegar a la cima por si solos o con la ayuda de sus compañeros, se apoyan en otros. Y por último, toman el material necesario para su fin, sus medios técnicos.

Con estor tres puntos conseguiremos crecer en nuestro trabajo y avanzar hacia niveles de mayor excelencia, de los que se beneficiará nuestro paciente.